Dungeon Fighter Revisión En Línea

Dungeon Fighter revisión en línea Arcade beat-'em-ups han estado en grave disminución a lo largo de los años, con el contenido más reciente de los viejos títulos reempaquetados como descargas de la consola. Dungeon Fighter Online revive la fórmula de la vieja escuela y la hace brillar. DFO encarga al jugador de limpiar la tierra de Arad de bestias y monstruos de otro mundo. Hay cinco clases para elegir; Fighter, Mage, Slayer, Priest y Gunner, y la versión estadounidense agrega a la mujer Artillero. Cada clase también tiene cuatro subclases (Priest tiene tres), asegurando la diversidad entre los jugadores de alto nivel. Al comenzar, cada clase tiene un backstory presentado como una cutscene manga-estilo, y aunque es agradable ver los orígenes de cada carácter, todo lo que usted realmente quiere hacer es conseguir allí y comenzar a reventar malos. La acción de romper el botón realmente roba el espectáculo. Cualquier persona familiarizada con juegos como Streets of Rage o Final Fight se sentirá como en casa. Se trata de un sidescroller 2.5D (movimiento vertical limitado) con tres botones relegados para saltar, ataque y ataque especial. Las habilidades se pueden ejecutar con teclas de acceso rápido, pero la belleza de DFO es que cada habilidad también se puede realizar mediante un botón combinado. Para tener una sensación verdaderamente auténtica de la arcada, el DFO también apoya los gamepads, que son una alegría absoluta a jugar con. DFO tiene todos los adornos de un MMO - habilidades para subir de nivel, amigos para ir de fiesta, enemigos a la pena y habilidades especiales - pero, a medida que se corta a través de hordas de bestias y duendes, rara vez se siente como si estuviera jugando un MMO. Aún te llevas a una plétora de misiones, pero las misiones de búsqueda aburridas han sido reemplazadas por misiones 'salid y patadas'. Esta mezcla perfecta de acción beat-'em-up y MMO-atmosfera hace que varias horas de juego parezcan simples minutos. Y, si usted está presionado por el tiempo, DFO sobresale en proporcionar breves ráfagas de entretenimiento. Los jugadores pueden mostrar de qué están hechos en las arenas PVP. Los partidos pueden ir de uno-a-uno, todo el camino hasta cuatro-en-cuatro y gratis para todas las batallas. Más a menudo que no, un artillero tendrá una ventaja sobre un luchador, debido a las capacidades de largo alcance, y dará lugar a un poco de frustración. PVP puede producir algunas buenas recompensas, pero el desequilibrio entre el largo alcance y el corto alcance asegura que enfrentar misiones y matar monstruos siguen siendo las principales prioridades. Las imágenes en alta definición son casi una necesidad hoy en día, pero DFO se pega a sus armas con coloridos sprites 2D, por lo que no esperes que DFO deslumbre en ese nuevo monitor de 26 pulgadas. Algunos podrían ser desactivados por los personajes pixelados, pero preserva el aspecto De los juegos de arcade de los años noventa (Knights of the Round anyone.) Desafortunadamente, no hay personalización inicial de los personajes. Al entrar en el mundo, se perderá en un mar de clones hasta que haga suficiente dinero (o use dinero real) para Comprar artículos. Los elementos de Avatar cambian tu apariencia, a menudo por un poco de moneda del mundo real, aunque todavía hay una abundancia de botín gratis que cae de monstruos para encender tu personaje. El único inconveniente es que el equipamiento de botín gratis (aparte de las armas) no cambia la apariencia de tu personaje y sólo proporciona bonificaciones estadísticas. No se quita de la experiencia general, pero si desea destacar entre la multitud, la apertura de su cartera de artículos de Avatar es una necesidad. Nunca hay una escasez de jugadores, y los mapas son una maravilla para jugar a través de múltiples veces en dificultades cada vez más altas. Las subclases de ramificación diversifican la experiencia durante el juego final, y se incluye PVP para aquellos que buscan lanzar contra sus compañeros. La jugabilidad del DFO consumirá sus horas y le mantendrá regresando por más.